
Al lugar llegaron varios móviles del Comando Radioeléctrico y del GOT y dialogaron con Patricia Pereyra, de 39 años, quien contó que dispararon contra su hijo y contra su vivienda.
La mujer dijo que su hijo se estaba yendo a bañar cuando desde el patio de la vecina escuchó un ruido que presuntamente sería un disparo de arma de fuego. El chico, de 17 años, sintió un impacto en la espalda y le contó eso a su madre por lo que ella decidió salir al patio.
Allí notó varios impactos en la puerta de madera y municiones de plomo en el suelo.
Otra mujer, que vive en la parte de atrás de la vivienda, reconoció a dos jóvenes: Ale Segovia y Maximiliano Pachin, como los autores del disparo, en principio con una tumbera.
Los policías secuestraron 13 municiones de plomo y se trasladó al menor y a su madre a la comisaría para ampliar la denuncia. Además se trasladó al joven al SAMCO de Avellaneda pero no había médico en ese momento para poder examinarlo.
Se estuvo patrullando el barrio durante toda la madrugada, pero no pudieron dar con los sospechosos que fueron detenidos en el transcurso de la mañana, muy buena la actuación de la policía, pero en definitiva fallan otros engranajes del sistema.