
El camión estaba estacionado frente a la ex sociedad rural en el ingreso norte de la ciudad cañera, y alrededor de las 14,00 horas comenzaron allegar dos camionetas con acopladito, que transportaron los siete u ocho motores hasta cercanías del camión, a los pocos minutos llegó la grúa del ingenio y comenzaron el operativo de carga al transporte tucumano.
Lo que llama poderosamente la atención de quienes defendemos las instituciones y especialmente las fuentes de trabajo de la región, es que no hubo actitud opositora de nadie; por eso apelamos al sentido común y si hay alguien que pueda responder a tanto adormecimiento de la sociedad, que por favor lo haga y corrija nuestro concepto.
Personalmente considero que es el final de una larga historia que data del año 1885, una planta fabril que conformó una cuenca cañera, que generó trabajo a muchísimas familias en éstos más de cien años, donde nuestros bisabuelos, abuelos, padres y ahora, vecinos y amigos, mantuvieron a su familia, en base al sacrificio de cumplir ocho, doce y hasta 16 horas diarias para mantener en tiempo de zafra, humeando la caldera del viejo ingenio.
El vaciamiento que está haciendo éste hombre de malísima reputación, merece una exigencia judicial y una reparación inmediata solicitada por parte del ministerio de trabajo; existe un decreto presidencial que no se puede dejar sin trabajo a nadie y mucho menos desguazar una planta fabril de la cual dependen más de 800 familias.