Raúl ‘Yula’ Del Fabro, dueño del ingenio Las Toscas, aprieta y judicializa verdades periodistas.

 

“Periodismo es lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás, son relaciones públicas”. 

El Señor Raúl Del Fabro, dueño y responsable de varias empresas cerradas en el norte de Santa Fe amedrentó con cartas documentos a esta y otras redacción del norte santafesino con el firme propósito de evitar “que se publiquen acciones de su empresa, connivencias con el poder judicial e impunidad lograda con algún sector de la política provincial”.
El mismo señor empresario oriundo de la localidad de Villa Guillermina, Raúl Del Fabro, que, desde hace algunos años a esta parte, se acredito predios, lotes, clubes y sociedades rurales de manera infame solo dice una verdad: su dinero compra impunidad en poderes periodísticos, muchachos de saco y corbata en el poder judicial y algunos uniformados en los poderes de seguridad provincial. En la comisión parlamentaria – Asuntos Comunales – en la que se debió avanzar en la expropiación del ingenio azucarero de la ciudad de Las Toscas, misteriosamente, el miércoles de la pasada semana no logró quórum conforme definir sobre el pedido impulsado por la municipalidad tosquense en el que el proyecto hoy corre serio riesgo de perder estado parlamentario. Algunos de los integrantes de la comisión de diputados de la provincia ¿recibieron algún llamado de Del Fabro y se sintió tentado por alguna jugosa suma del abundante capital de Del Fabro? ¿…?
Raúl Del Fabro, el mismo que compro el ingenio azucarero de la cuidad de Villa Ocampo hoy tapado de yuyos y abandono sepultó 80 años de historia donde 500 obreros y varias generaciones se realizaban en la vida trabajando en sus instalaciones por décadas. Del Fabro adquirió el ingenio a un precio VIL – $ 6.000.000 – para reemplazarlo por un negocio inmobiliario que superará los 1.000 millones cuya rentabilidad se concretará en menos de 5 años. El mismo señor que bajo una maniobra poco clara se acreditó el predio de la Sociedad Rural de la ciudad de Las Toscas, el ingenio azucarero de la misma ciudad y un Club Social – intransferible – de la localidad de Villa Guillermina, sin despeinarse y pagando valores inferiores de lo que se exigiría por un automóvil usado modelo 2005. ¿Estamos en frente del más hábil negociador del norte? No. Estamos en frente del empresario que mayor impunidad ha comprado en cuantos estamentos del estado le habría impedido avanzar ante las infamias que se ha naturalizado en el norte de Santa Fe acciones en su nombre y el de su prosapia. Hechos menores como mandar personal a su cargo a extraer tierra de algún predio público para hacerse el jardín de su casa, son caracterizaciones naturales que lo presentan en sociedad en su propio pueblo ¿Cuándo la justicia temerosa le pondrá límites a esta señor de carácter adefesico y poco recomendable?
Le sugerimos al Sr. Del Fabro desde este EDITORIAL que abra las fuentes de trabajo que cerró. Que devuelva el trabajo a más de 300 familias que dejó en la calle con sus mentiras en Las Toscas y otras tantas 500 familias en Villa Ocampo. Que devuelva los predios, en su mayoría de carácter social e institucional a los que le puso su pie encima al solo efecto de engrosar su abultado capital de manera aviesa y fatídica. Que antes de pagar abogados para amedrentar periodistas mandando cartas documentos invierta su dinero en reparar el espantoso daño y desesperación en que ajustició a familias quitándole el único capital de vida que les permite ser ciudadanos y dignos: SU TRABAJO.
Sr. Raúl Del Fabro, en mi carácter de dueño de este medio al igual que otros editoriales que acompañan esta publicación le informamos que “no somos rentables a sus intereses”. “No somos sumisos ante su impunidad y que jamás abandonaremos el espíritu de informar y dar a conocer el camino que Empresarios Inescrupulosos como usted pretenden convertir a este norte en una canasta de negocios que le faciliten ingresos fáciles y rentistas a sus miserables pretensiones. Sepa usted, Señor, que estuvimos, estamos y estaremos, siempre, en defensa de los intereses de esta región como comunidad organizada, sin impunidad, defendiendo igualdad de oportunidades y en especial, los derechos que usted acostumbra a pisotear, anular y burlar con la impunidad que desde algún poder corrupto del estado encuentra soldados mandaderos de sus miserables infamias.
Huber Cracogna. Antonio Avalos. Periodistas