Con la bajante histórica del río Paraná, comenzó a configurarse un nuevo mapa del corredor más importante de la región, con brazos, caminos y trayectos totalmente alterados. Por el descenso en los niveles del agua, desde la Prefectura Naval detallaron una serie de recomendaciones a los fines de que se garantice una navegabilidad segura.
A raíz de la situación hidrológica, aconsejaron que todos los tripulantes de las embarcaciones utilicen chaleco de seguridad con flotabilidad positiva, que se corrobore la correcta distribución de pesos abordo, junto a las condiciones mecánicas de la nave.
Asimismo, el prefecto Marcelo Hidalgo, en diálogo con el móvil de Cadena OH!, sugirió la navegación por lugares conocidos, ante la existencia de bajo fondos, objetos sumergidos, afloramientos y bancos de arena.
En tanto, sostuvo que la utilización del ecosonda, un instrumento para determinar la distancia vertical entre el fondo del lecho marino y una parte determinada del casco de una embarcación, se convierte en una herramienta fundamental para evitar encallados.
“La conducta a bordo de las embarcaciones varía según el tipo de navegante y las zonas de la provincia, pero, en general, se evidencia una gran falta de uso del chaleco salvavidas”, detalló Hidalgo.
Ayer, la altura del río Paraná registró la marca de apenas 0,20 centímetros en el puerto de Rosario, lo que la convierte en el registro más bajo desde el año 1944 hasta el presente.
De esta manera, la histórica bajante va por su tercer año consecutivo, con lluvias muy escasas en la cuenca del Paraná, en Brasil, con el agravante que según un reciente informe dado a conocer por el Instituto Nacional del Agua (INA) la situación empeorará aún más durante el presente mes de julio y hasta entrada la primavera.