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El gobernador aclaró que los contratos que firmó con proveedores de vacunas son complementarios y opcionales en caso de que Nación retrase sus envíos.
El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, explicó que el convenio con el laboratorio Cansino, para la provisión de un millón de vacunas, es complementario a la campaña nacional en caso de que el suministro habitual se demore.
Según detalló el mandatario, el laboratorio daría a conocer a la provincia cuándo poseería el stock de dosis y cuándo podría entregarlas. A partir de allí, Santa Fe evaluaría el grado de avance del plan nacional de vacunación. Si la fecha planteada resultara útil, se aceptaría a modo de complementar el esquema de inmunización que lleva adelante la administración central. De lo contrario, si las dosis continúan arribando a este ritmo, no haría falta.
En consecuencia, Perotti puso por delante el rol del Estado nacional, que, de mantener esta cadencia, evitaría que Santa Fe haga uso de sus convenios con laboratorios; pero si lo hace, será en el marco de una reasignación de dosis para regiones que lograron acuerdos paralelos.
En este contexto, la ministra de Salud, Sonia Martorano, había señalado que la decisión del Estado nacional de «descontarle a Santa Fe el millón de vacunas» conseguidas por su cuenta, había provocado «un poco de ruido».
La intención de la Provincia, con la compra de nuevas dosis, era acelerar la inoculación, pero si el Gobierno central decidiera la quita de la misma cantidad, no habría ninguna diferencia. “El objetivo era sumar dosis, por la quita de vacunas a jurisdicciones que compren por su cuenta generó un poquito de ruido”,dijo Martorano.
“Supongo tiene que ver con un principio de equidad de quién pueda o no pueda comprar”, había considerado la ministra horas atrás.
