
Además el incendio tomó el campo vecino de un señor de apellido Deltín, lindante al primero, rápidamente llamaron a los incansables bomberos voluntarios que con tres dotaciones llegaron al lugar, comandados por su jefe de cuerpo, el señor Ariel Alejandro Aquino, le costó bastante poder aplacar y finalmente apagar las llamas, fueron ayudados por vecinos y empleados del productor que colaboraban con ramas y palas para que el poder de fuego no avance.
Nuevamente estamos hablando de incendios intencionales que perjudican a los alicaídos productores en éste tiempo de larga sequías y donde los animales tienen que ser mantenidos con forrajes especiales, ya que no hay pastos suficientes para el ganado, por dos motivos fundamentales en épocas de invierno, las heladas y la sequía y a ello hay que agregarles el desaprensivo y delictual accionar de personas que realmente son delincuentes y aquellos que sean identificados, como lo expresa la ley del código penal argentino, tienen que ser detenidos, juzgados y deben purgar la pena en una cárcel, además de pagar los daños causados.