El Centro de Monitoreo Meteorológico SAT precisó que a fines de octubre “los acumulados aumentaron bruscamente” y el fenómeno del Niño seguirá en el verano. El exceso de agua se desplazará del norte al sudoeste y abarcará a toda la provincia en diciembre
Las temperaturas superficiales del océano Pacífico en las costas ecuatoriales siguen elevadas y eso favorece el proceso de lluvias que comenzó a sentirse a fines de octubre, seguirá en noviembre y se profundizará en toda la provincia en diciembre, fenómeno que está (y estará) acompañado por una suba del nivel del río Paraná.
El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT Santa Fe detalló en su informe semestral la evolución de esos indicadores en los próximos meses con una certeza: las precipitaciones del Niño marcarán el pulso de la región hasta marzo y recién hacia fines del próximo otoño volvería una etapa neutra.
En primer lugar, el SAT repasó que “octubre se presentó con precipitaciones muy deficitarias en todo el territorio provincial, como estaba previsto. Solamente desde el día 22 se incrementaron rápidamente los acumulados, adelantándose levemente la situación esperada desde noviembre”. En la capital provincial, esa jornada se registró la mayor precipitación en 24 horas de los últimos 10 años.
Noviembre ya implicó “un cambio radical en las condiciones, en cuanto a precipitaciones”. Se espera que las lluvias de los primeros días del mes (que forzaron por ejemplo a posponer el inicio de la Fiesta de las Colectividades) continúen.
Al analizar la temperatura de los océanos, se observa que “el Pacífico ecuatorial continúa con su temperatura elevada” pero “muestra una tendencia a enfriarse desde enero”.
“Las previsiones de precipitaciones, durante noviembre ya serán por exceso en la mayor parte del territorio provincial. Los mayores acumulados se darían en el norte, con posibilidad de anegamientos”, anticipa el informe.
Con el correr de las semanas, “el área afectada por el exceso de lluvias se desplaza hacia el sudoeste, abarcando toda la provincia desde diciembre”.
Por eso en los mapas de diciembre y enero, se ve a Rosario en el área azul de mayores precipitaciones. “El período de mayor intensidad del fenómeno sería entre diciembre y marzo”, agrega el parte.
Después de ese proceso, el área de afectación de agua por encima de la media comenzaría a retirarse nuevamente hacia el noreste. Desde abril, los acumulados disminuirían rápidamente, pudiendo quedar en los valores medios normales a levemente deficitarios desde mayo.
La situación mencionada favorecerá que el repunte del río Paraná continúe en los próximos meses a valores altos, pudiendo persistir en esos niveles hasta el final del otoño.
Al estudio del SAT santafesino, se suman los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA) que al evaluar “la perspectiva meteorológica y los caudales previstos desde la alta cuenca, los niveles permanecen en gradual ascenso”.
La altura del río en el puerto de Rosario se encontraba este martes al mediodía en 3,34 metros, por encima de las marcas previas pero aún con margen hasta el nivel de alerta que es de 5 metros (y 5,30 de evacuación). La semana pasada (el viernes 3) había cerrado en 3,18.
El pronóstico para el próximo martes 14 de noviembre contempla un nivel máximo de 4,35, casi un metro más que ahora.
“Todo esto se condice con la activación de una fase “Niño” según el NOAA, que comienza a mostrar sus efectos en nuestra región. Además, teniendo en cuenta las anomalías de precipitaciones indicadas por los modelos para nuestra provincia, el fenómeno tendría una intensidad moderada pero pudiendo ser fuerte entre diciembre y marzo”, sigue el estudio del SAT.
“En cuanto a las temperaturas –continúa–, se observa que noviembre tendrá las temperaturas medias levemente por debajo de lo normal. Esto será debido a los bajos valores registrados en los primeros días, y al predominio de días nublados que tendrá el mes”.
Hacia adelante, se observan algunas variaciones, manteniendo las cifras medias dentro de los normal a levemente por encima de lo normal. Además, predominarían los días nublados para el verano, y desde el otoño con menores chances de estos eventos.