La multisectorial Humedales expresó satisfacción por el fallo judicial que le impidió a Enzo Mariani apoderarse de tierras que pertenecen al municipio de Rosario.
La organización multisectorial Humedales realizó un escrache este sábado frente a la casa del empresario que pretendía quedarse con 807 hectáreas de las islas que pertenecen al municipio de Rosario. Uno de sus referentes celebró como «una muy buena noticia» el fallo de la Justicia conocido esta semana que le negó la propiedad de esas tierras y fue más lejos: «El proceso debe seguir y el empresario debe dejar de provocar el ecocidio que está generando en tierras que pertenecen a los rosarinos y rosarinas», dijo.
La movida tuvo como objetivo al empresario Enzo Mariani, dueño de tierras en la zona de islas que además pretendía quedarse con 807 hectáreas que está dentro del legado Deliot, es decir que pertenecen al municipio de Rosario. Esta semana, un fallo judicial se negó a reconocerle ese derecho y esa resolución fue celebrada por ambientalistas y militantes en defensa de le ecología y los humedales. El escrache fue frente a su casa, en la zona norte de Rosario.
«Las tierras del legado Deliot están planteadas como una reserva natural y este empresario náutico y ganadero pretendía quedarse con ellas», dijo Ramiro, uno de los manifestantes que fue a expresar su satisfacción por la decisión judicial frente a la casa de Mariani.
El referente dijo que Mariani no solo quiso quedarse con 807 hectáreas sino que además construyó terraplenes, secó arroyos e hizo producción ganadera en lugares donde no se puede, todo lo cual atenta contra el humedal de las islas ubicadas frente a Rosario.
«La buena noticia es que la Justicia rechazó el pedido de este señor para quedarse con esas tierras», celebró Ramiro.
El militante también expresó el deseo de la multisectorial Humedales de que el proceso judicial continúe adelante y se profundice. «Mariana debe devolver las tierras y debe dejar de producir un ecocidio en nuestras tierras. Tiene que haber un fallo definitivo en ese sentido y además el empresario debe reparar el daño ambiental que ha causado en las islas».
En la ruidosa manifestación hubo expresiones de satisfacción por la decisión judicial y de profundo rechazo hacia las pretensiones del empresario ganadero.