Por Carlos Del Frade.
Hasta el día de la fecha suele escucharse hablar del «Norte Postergado» como quien dice el agua moja, el fuego quema. Y no se trata de un hecho natural o cósmico. El norte es rico en impunidades. Desde la quiebra del ingenio Arno, la destilería de alcohol y la papelera, en el año 1991.
Hay postergadores del norte, explotadores seriales siempre impunes por la justicia clasista que caracteriza Santa Fe y la Argentina. En aquel año, hace treinta y tres años atrás, cerraba el ingenio Arno en Villa Ocampo, como también la alcoholera y la destilería. Mil trabajadores quedaron en la calle. Hoy casi la mitad murió sin cobrar un peso de la quiebra de la firma que era la propietaria de las tres fábricas: Welbers SA.
A fines de septiembre de este año, se informó que van a pagarle a aquellos mil trabajadores un total de 101.709.979,50 pesos, es decir un poco más de cien mil pesos por persona. Muchos de ellos tenían reconocidas acreencias por 30 y 40 mil dólares. Hoy les van a devolver un poco más de cien mil pesos.
Asquea el abuso contra los trabajadores del norte santafesino. Indigna el clasismo de una justicia siempre a favor de los delincuentes de guante blanco. No hablen más de norte «postergado» u «olvidado», empiecen a tener un poco de valentía y digan que el norte profundo santafesino es territorio liberado para la explotación humana y ambiental a perpetuidad con la consabida complicidad política.