Carlos Del Frade transita su cuarta postulación a diputado nacional con el apremio de no contar con el aparato y el plafond de un partido mayoritario y sus coaliciones, pero con el plus de levantar una agenda de propuestas legislativas que esos frentes de mayorías omiten: «Hay que recuperar la riqueza del comercio exterior para el pueblo argentino, disputársela a las multinacionales», plantea el primer precandidato a diputado nacional por el frente Soberanía Popular, integrado por el Partido del Trabajo y del Pueblo – Santa Fe, la Liga de los Pueblos Libres, el Partido Intransigente y el Partido Social Metropolitano.
Mientras aguardaba una salida para una emisora de la TV porteña, Del Frade dejó en evidencia las necesidades de quien disputa un lugar en la oferta electoral de noviembre ante los partidos hegemónicos, el dinero del que disponen y el poder de fuego en los medios. «El cerrojo de prensa pesa mucho cuando llega este momento y es necesario que la gente se entere de que uno está ahí y espera su voto el 12 de setiembre», dijo. La preocupación alude al piso de superar la cantidad de sufragios equivalente al 1,5% de los votos emitidos, para el caso de cargos electivos nacionales, para superar las primarias y clasificar a la elección general. «Son alrededor de 50 mil votos, no es poco», anticipó el actual diputado provincial, que supo llegar a contar 100 mil sufragios en Santa Fe y por mano propia. Del Frade se postuló por primera vez al Congreso de la Nación con Pino Solanas en 2007, luego 2009, 2017 y ahora, cuando ya el cineasta y fundador de Proyecto Sur ha fallecido, igual que su compañera de trinchera, Alcira Argumedo.
Ahora su compañera en Legislatura Mercedes Meier se postula como senadora nacional, y el resto de la nómina para diputados lo integran Eliana Tedini, actual concejala de Sumemos Esfuerzos (Vera); Mauro Miguez, concejal de Unidad Popular de Funes; Manuela Bonis, concejala de la Fuerza Popular Casildense; y Ariel D´Orazio, coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor.
«Queremos llevar a la agenda nacional nuestros temas de siempre, que pueden resumirse en la urgente necesidad de recuperar la riqueza del comercio exterior argentino para el pueblo argentino. Tenemos 19 millones de personas empobrecidas, 3 de 4 pibes no comen bien en un país hecho de pan, trigo y carne. La urgencia es transformar el presente», enfatizó en diálogo con Rosario/12.
«Después del saqueo nefasto del macrismo hace falta más decisión política, ir por más. El rumbo (del gobierno del Frente de Todos) es interesante, pero si no se profundiza en lo nacional y popular, puede volverse anti nacional, anti popular», puntualizó.
Son los reparos que el periodista y legislador guarda para con la gestión de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Elogia las primeras posturas de Estado acerca del fin de la concesión de la hidrovía Paraná-Paraguay, pero se decepciona con el decreto 427 que asume el control estatal por un año para luego relicitar la concesión. «¿Por qué el pueblo debe conformarse con la centésima parte de lo que se llevan las multinacionales, cuando hay 19 millones de personas debajo de la línea de pobreza?. Eso es la síntesis del gobierno de Alberto: dirección correcta, pero falta profundidad, vocación patriótica para recuperar el patrimonio».
Del Frade le habla «al trabajador de clase media, a la piba y el pibe que entienden que la cuestión ecológica está por encima de la suerte individual; a las pibas que van en contra del patriarcado, que saben que hay que cuidar más esta casa cósmica hecha bolsa por el capitalismo».
La alianza que forjó en Legislatura provincial con Ciudad Futura no se prolongó a esta campaña de término medio. Tampoco prosperó la construcción con Rubén Giustiniani, que va con el Frente Amplio Progresista. «La muerte de Lifschitz apuró el regreso a la cuna natural de Rubén, el socialismo. Hay un predominio ahí de la figura de Javkin, que no deja de ser un hombre del radicalismo. No alcanza. Urge un concepto nacional del comercio exterior, recuperar Vicentin como empresa pública, tener soberanía ambiental y decir que no al negocio inmobiliario en las islas, los feedlots clandestinos: esto es, enfrentar a poderosos y eso no se soluciona con maquillaje».